La fiebre se define como la temperatura corporal mayor a 38ºC y puede ser generada por algún proceso infeccioso o por la aplicación de alguna vacuna, aunque generalmente en bebés puede también ser secundaria a que se arrope mucho. Lo primero que debemos hacer es mantener al bebé o al niño en una habitación fresca, descubrirlo, sobre todo si está muy arropado, colocarle compresas frías en su cabeza o bien darle un baño completo con agua templada. Con estas medidas iniciales deberá bajar su temperatura y si no es así ya podremos darle algún medicamento. Si es menor a un año de edad paracetamol 2 gotas por kg de peso por dosis hasta cada 6 horas y si es mayor ibuprofeno. Para éste último, la mayoría de los productos comerciales señalan la dosis en la envoltura. Será importante su revisión en el consultorio para tratar la causa que esté causando la fiebre.
La diarrea se define como el aumento en el número de evacuaciones y en la disminución de su consistencia y generalmente está condicionada por alguna infección viral, bacteriana o parasitaria. Esta situación no condiciona una urgencia verdadera a menos que se acompañe de vómito frecuente, situaciones que en conjunto pueden condicionar la deshidratación. Las medidas iniciales serán el restablecer el adecuado estado de hidratación, reponiendo la perdida de líquido con suero oral (Pedialyte 60) y evitando alimentos que puedan condicionar mayor número de evacuaciones como cítricos , irritantes (chocolate) y lácteos. Es importante señalar que en muy pocas ocasiones se deberá usar antibióticos, por lo que la evaluación en el consultorio es necesaria.
¿Qué debo hacer si mi niño(a) sufre de alguna quemadura?
Las quemaduras en niños pueden ser condicionadas por una exposición prolongada al sol sin protección y éstas causan ardor y dolor importante por lo que se deberá administrar algún analgésico y evitar que se use ropa apretada al cuerpo. Es importante no aplicar ninguna crema sin consultar primero con su Pediatra, ya que cualquier producto no recomendado para éste problema puede irritar aún más la piel ya quemada o irritada.
Otras quemaduras pueden ser ocasionadas por fuego o productos líquidos calientes y ante esta situación es importante lavar la zona quemada con agua corriente y cubrir la zona quemada con un lienzo húmedo y fresco, no romper las ampollas que pueden presentarse y NO colocar ningún producto hasta que el médico valore el problema.
¿Qué debo hacer si mi niño(a) sufre algún golpe en la cabeza?
Los golpes en la cabeza son muy frecuentes en la edad pediátrica por lo que es importante evitar el riesgo de que esto suceda, sobretodo en menores de 1 año donde los huesos del cráneo son muy frágiles y puede existir el riesgo de una lesión cerebral. Para tal situación es imperioso evitar dejar a un bebé sólo en una cama sin barandales, de donde puede caerse y lesionarse severamente.
Siempre que hay un golpe en la cabeza debemos observar el comportamiento posterior del niño(a) y acudir al servicio de Urgencias del hospital más cercano pero que cuente con todos los servicios si existe alguna de las siguientes situaciones:
- Vómito, irritabilidad extrema, crisis convulsivas o pérdida del estado de alerta.
Si ninguna de éstas situaciones se presenta, sólo debemos aplicar hielo en el sitio del golpe lo más rápidamente posible durante al menos 30 minutos y observar que no se presente ninguna de las condiciones anteriores.